Álvaro Escobedo | Fridays for Future
¡Hola!
En esta entrada os queremos hablar de la experiencia que tuvimos en la gymkhana medioambiental que organizamos el pasado viernes 3 de mayo.
Quedamos en Las Llamas, una hora antes, para colocar las pruebas del recorrido y, como sabréis quienes estuvisteis, las troqueladoras. Una troqueladora es ―y lo explico porque yo no sabía lo que era― un aparato que sirve para hacer un agujero en una hoja de papel. Por aquí vendrá una de las “crisis” de la jornada, pero no voy a adelantar acontecimientos. Empezamos con unos juegos de presentación para romper el hielo entre los grupos y hacer tiempo para esperar un par de personas que aún no habían aparecido.
Partieron los grupos hacia el lugar de salida. Para hacer tiempo, me dije “Eh, vamos a ver si la troqueladora sigue en su sitio”. Como ya os estáis figurando, no, no estaba allí. El papel que habíamos dejado bajo la troqueladora no estaba. “Troqueladora por el clima. No robar. #Fridays4Future”, ponía. Mucho caso no hicieron, pero por suerte tenía troqueladoras de repuesto. Crisis resuelta.
Mi prueba era un cuestionario con formas de luchar contra el cambio climático con pequeños gestos, todo dirigido a los niños. Tengo que decir que estaban ya muy concienciados, porque la única vez que alguien falló era por darle a la respuesta antes de terminar de leer el enunciado.
Mientras tanto, en otras pruebas hacían crucigramas, acertaban en qué objetos iban en qué contenedores, o hacían mandalas. No puedo asegurarlo porque no estaba allí, pero vi fotos de los mandalas más tarde y tengo que decir que había auténticos artistas entre los niños y niñas que vinieron.
Terminamos con una prueba final en el patio trasero de la Facultad de Derecho y la gente de la oficina Ecocampus de la Universidad de Cantabria repartió premios a los ganadores, además de fruta y agua para todo el mundo.
La gente se fue muy contenta con haber pasado una buena tarde, cosa que no hacía sino aumentar nuestra satisfacción con la gymkhana. Tras ella, sin embargo, nos escribió una madre ―conocida de una de las organizadoras― y nos dio un par de ideas para mejorar, ¡así que esperad que la próxima actividad sea aún más divertida!
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